Un polémico clásico

Un empate con sabor a victoria para uno y con sabor a derrota para otro.

Por Jazmín Ibarra.

Si vamos a partir de la verdad del clásico y todo lo que aconteció durante el encuentro, no creo que podamos encerrarnos a un tipo de lógica, ya que por ambos bandos hay bastante de que hablar y analizar de los últimos tres goles, pues el primero fue sin duda la sensación y la sorpresa de dicho encuentro.

Un clásico aburrido, trabado, con demasiados errores arbitrales y muy poco fútbol asociado, que por algunos momentos careció de emotividad y juego. Hubo faltas de llegadas al arco con poca participación de ambos porteros, que tuvieron una floja tarde en el Defensores del Chaco al igual que el juez del encuentro, que tuvo varios errores que influyeron en el resultado final.

Es ahí donde se desata la polémica más significativa del clásico, las expulsiones, luego de la escaramuza que se desató luego del tiro libre ejecutado por Hernán Novick y terminó siendo gol de Marcos Acosta al final del tiempo reglamentario.

Los jugadores del Olimpia protestaron bastante dicha ejecución, ya que el tiro libre fue ejecutado fuera del periodo extendido por el árbitro del partido.

Y como si fuera poco, el tiempo agregado al finalizar la gresca me pareció fuera de lugar, ya que el mismo expiró antes de la ejecución del tiro libre, previo al gol de Cerro Porteño.

Si bien algo que destacar en todo el partido es este muchacho de 14 años que hizo su debut soñado en un superclásico y que mediante esto, no solo pasa a la historia en nuestro país sino en todo el mundo.

Varios medios internacionales lo mencionaron y destacaron su gran habilidad para jugar como todo un profesional. Para mí, fuera de toda polémica, Fernando Ovelar hizo bastante en el partido y supo aprovechar la confianza que le dio su entrenador, y al igual que sus compañeros.