Ferrari, de la mano de Carlos Sainz Jr., se quedó con el primer puesto en el Gran Premio de Singapur, dejando atrás a los pilotos de Mercedes y rompiendo la hegemonía de Red Bull.
Por Fabrizio Iriarte.
Carlos Sainz hizo valer la pole position que consiguió el sábado, supo mantener su posición y obtuvo una gran ventaja con respecto a sus perseguidores, Charles Leclerc fue el guardaespaldas que respaldó a Sainz y utilizó neumáticos blandos al comenzar la carrera para la misión que tenía: ganarle la posición a George Russell.
Esta es la primera victoria de Ferrari desde Austria del año pasado. Sainz fue muy inteligente, además de rápido, sabiendo que también la inteligencia va de la mano con la velocidad en la Fórmula 1 y Ferrari utilizó estrategias que dieron frutos en esta carrera.
Mercedes tenía un juego más de neumáticos medios, lo que dio posibilidad a una estrategia de dos paradas. Esto a Ferrari no le importó, ya que su estrategia era ir despacio, logrando que todos los demás vayan más compactados entre ellos. Así, Russell tenía que primero adelantar a Leclerc y luego intentar ir por Sainz, pero haciendo una parada en bandera verde en Singapur perdés mucho tiempo y eso no le convenía.
Al salir el primer coche de seguridad entraron casi todos los competidores, excepto los que tenían neumáticos duros desde el comienzo de la carrera, que eran los de Red Bull.
Todo seguía igual con Sainz liderando y yendo muy despacio para que todo siguiera comprimido, hasta que aparece el Virtual Safety Car a falta de 20 vueltas. Los que tenían que arriesgar eran los pilotos de Mercedes, que tenían neumáticos semi nuevos. Cuando se acercaron al español, este pidió el Gap con Lando Norris, buscando saber dónde estaba para dejarle acercarse, meterle en zona DRS y así evitar que los Mercedes le pasaran.
La jugada le salió perfecta al piloto de Ferrari, que tuvo unas últimas vueltas frenéticas, sin cometer ningún error.
De los cuatro que estaban peleando el primer puesto, dos tocaron el muro en la última vuelta: Norris, que lo terminó rozando, y Russell, que golpeó fuerte, perdió el control del coche y terminó estrellándose.
Fue así como el “Smooth Operator” cruzó la línea de meta en primera posición, dando una demostración de que puede ser rápido cuando tiene que ser rápido, pero sobre todo muy inteligente.
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