La nueva joya del Ciclón tiene nombre y apellido, Fernando Ovelar, quién sorprendió a conocidos y a extraños haciendo retumbar su nombre alrededor del mundo.
Por Alberto Cárdenas.
Con tan sólo 14 años, el cara sucias de Cerro Porteño ya se hizo sentir en un superclásico, rompiendo todos los récords que uno pueda imaginar a tan corta edad, habiendo debutado oficialmente en un superclásico, convirtiéndose ya en uno de los goleadores ante el tradicional rival. Ni el mismo lo hubiera imaginado.
El niño estrella del Ciclón llamó la atención por su calidad técnica, su madurez y por sobre todo la forma y la manera de encarar un gran compromiso, estando a los ojos de todo el mundo, como lo es el superclásico.
Su gol no sólo sirvió para que el azulgrana abra el marcador sino también le valió para que su nombre retumbe en varios medios del exterior, como el diario Marca de España, Olé, TyC Sport y Fox de Argentina. Medios a los que sorprendió y que lo vieron como una de las nuevas esperanzas del fútbol paraguayo.
¿Vos que hacías a los 14 años? Es una de las preguntas que muchos se hacen, porque un chico del octavo grado ya anda convirtierdo goles, siendo figura en uno de los clubes más grandes del país como Cerro Porteño. ¿Y vos? Capaz la mayoría apenas pensaba terminar las clases e ir a jugar con sus amigos, caso que no es el de Ovelar.
Apenas corre su segundo partido de manera oficial, es momento de que los dirigentes de nuestro fútbol aprendan a valorar a nuestras estrellas, a nuestros grandes valores, que van resurgiendo de un reglamento obligatorio a ser alguien importante dentro del esquema del entrenador.
Ovelar, a tan corta edad, tiene una de las grandes responsabilidades, tanto en lo personal como en lo futbolístico.
En lo futbolístico, aprender a sobrellevar las caídas, derrotas, saber que está teniendo un gran peso encima, que todo el mundo está fijándose en él, aplaudiendo sus aciertos, pero gritando sus equivocaciones.
En lo personal, saber tener los pies sobre la tierra ante cualquier tentación que se le cruce por el camino, porque vendrán muchas (mujeres, amigos, conocidos, desconocidos, hasta la prensa misma, entre otros), ya que antes del clásico era un chico más. Hoy es la joya del Ciclón.
Es el momento en que debe mantener la humildad, porque estará en boca de todos, más sabiendo que le queda mucho por recorrer a la espera de que la nueva promesa empiece a dar su frutos y no se descarrile por el camino.
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