Como cada certamen anual, de la Intermedia ascienden a Primera los dos equipos que puntúen mejor, muchos con el gran propósito de permanecer en la máxima categoría de la APF un buen tiempo.
Por Cristhian Pineda.
De los 16 equipos que participan anualmente en esta competencia, dos ascienden a Primera y tres descienden a una categoría inferior, que es la B Metropolitana. Cuesta ascender, porque fecha a fecha sorprenden nuevos adversarios con un mismo propósito.
Son 30 partidos al rojo vivo, una competencia en la que normalmente no se tiene ascendidos hasta la última fecha y a veces hasta con partidos extras. También hay otra particularidad: los entrenadores son destituidos fácilmente a medida que avanza el torneo, al no darse los resultados. Entre 3 a 7 entrenadores ocupan el banco de un equipo por año.
Una vez que ascienden a Primera, les cuesta permanecer. Son pocos los que tienen esa fortuna de quedar en la máxima categoría, por muchos aspectos. Jerarquía de los jugadores a quienes se enfrentan es uno de ellos, el aspecto económico y mejorar el promedio con el que ascienden.
Este año, River Plate consiguió su ascenso como campeón de la Intermedia después de 2 años. La última vez había ascendido junto San Lorenzo en la temporada 2015. En 2016 participó en la categoría de honor, de la que descendió de nuevo junto al equipo universitario en el mismo año.
En esta ocasión, San Lorenzo también apunta al ascenso. No pudo el domingo pasado, motivo por el cual deberá jugar un partido extra ante Fernando de la Mora, ante el que precisamente cayó en la última fecha.
Candente será la definición del segundo cupo. Ahora, que una vez ascendidos los equipos permanezcan en la máxima categoría más de una temporada, ya es toda una incógnita.
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