Un final no apto para cardiacos tuvo el tremendo partido que disputaron Olimpia y Cerro Porteño, que culminó con un 2-2 celebrado por el franjeado, que mantiene su ventaja de 7 puntos al frente de la tabla.
Por Giannina Amarilla.
En un primer tiempo se notó la superioridad del equipo azulgrana, que fue preciso y presionó al equipo rival, obligando a cometer varios errores al plantel del profe Garnero.
El que se lució en su debut y casi con victoria de Cerro Porteño fue el más pequeño de la casa, el niñito de 14 años Fernando Ovelar, que abrió el marcador con un tremendo golazo para delirio de la hinchada azulgrana.
Cuando parecía que el Ciclón ya tenía el control del partido, apareció uno de los mejores goleadores del franjeado, Néstor Camacho, para dejar el marcador en 1-1 e ir a vestuarios.
En la segunda mitad el que se lució y tuvo chances claras fue el Olimpia. El gol parecía estar en los pies de Camacho, quien no tuvo un buen segundo tiempo.
Una falta cometida por Richard Ortiz dio una última chance a Cerro, que no desaprovechó Marcos Acosta Rojas. Le pegó con un derechazo y convirtió el segundo para el Ciclón, prácticamente sobre la hora.
El mismo Acosta cometió un claro penal y el juez del encuentro no dudó en sancionar. Jorge Ortega, el artillero del Olimpia, se encargó de dejar el marcador en un 2-2 que será recordado por muchos aficionados, como el clásico más agónico de todos los tiempos.
Ambos equipos no fueron contundentes a la hora de definir, y así se cerró el encuentro con un polémico empate. Olimpia se mantiene como único puntero y está a un paso del bicampeonato.
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