Son varias las personas que están en desacuerdo con la elección del nuevo presidente de la APF. Yo puedo resumir en una sola frase: “El remedio es peor que la enfermedad”. Mientras el fútbol paraguayo se cae a pedazos, el presidente sigue de viaje por el mundo con su equipo de trabajo, buscando amistosos para la selección.
POR HUGO MANRIQUE. “Vamos de Guatemala a Guate-peor”, reza otra frase. Y era de esperarse, puesto que todo el fútbol paraguayo está en decadencia y seguimos en la joda.
Como jefa de prensa de la APF tenemos a Marly Figueredo, quien maneja muy bien las informaciones de todo lo que se refiere a la Asociación. Es muy precisa y eficiente.
Como director de selecciones está el hermano del presidente, el señor Juan Carlos López Moreira. Era de esperarse que, de quien nada se esperaba, nada esté haciendo como para mejorar la situación de nuestras formativas, por ejemplo.
El encargado de seguridad de eventos deportivos de la APF es Juan Ernesto Villamayor. Siempre se lava las manos cuando ocurre algún incidente entre barras bravas, como el del último fin de semana. La pregunta que me hago es la siguiente: ¿Quién brinda seguridad en los eventos? Porque el que es encargado siempre culpa a la policía.
Los presidentes y demás dirigentes de clubes también tienen papel importante en esto, porque ellos eligieron estas autoridades. Después, que no lloren.
Sigue la joda en la APF y, una vez más, nos vamos a quedar sin Mundial. Esto lo digo faltando tres años para que comience Qatar 2022.
¡Ah!, y sin olvidar que quieren organizar el Mundial del 2030… ¡Déjense de joder señores!
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