El superclásico del fútbol paraguayo se disputó este último domingo, donde el condimento esencial fue la polémica.
Por Adolfo Julián González Benítez.
Olimpia y Cerro Porteño disputaron, por la jornada 17 del torneo Clausura, una edición más del superclásico, donde hubo paridad de dos goles por sector.
Fernando Ovelar, de tan solo 14 años, abrio el marcador a los 16 minutos del primer tiempo, pasando a ser así el jugador más joven de la historia del futbol paraguayo en convertir un gol en un clásico.
A los 28 minutos, también del mismo tiempo, en evidente posición adelantada Néstor Camacho empujó el balón tras un rebote cedido en el área chica, instalándose la polémica que hasta hoy se cuestiona al línea Eduardo Cardozo, responsable sobre ese sector. Oscar Velázquez fue el árbitro principal y responsable directo de impartir justicia.
Con el 1 a 1 se fueron los equipos a vestuarios. El debut le pesó al incipiente y neófito árbitro, que siguió complicándose en jugadas sencillas. Tal es así que en un saque de costado cobró offside a favor de Olimpia y así fue cometiendo un error tras otro, hasta que se adicionaron cuatro minutos más y al minuto 94, tras un tiro libre ejecutado por Hernán Novick y ante un mal despeje de la defensa franjeada, Acosta convirtió el segundo gol a favor del Ciclón.
En una tarde negra para la terna arbitral, Velázquez agregó un minuto más al encuentro y al mover el balón Olimpia, en un envío largo entre un manojo de jugadores en el área grande de Cerro, el autor del gol lanzó un patadón a la pierna de apoyo de Ortega, quien cayó de bruces. El árbitro, sin titubear, pitó el penal a favor de los franjeados encargándose el mismo Ortega de canjear la pena máxima por gol, a los 95 minutos.
Con este resultado, Olimpia sigue en la punta del torneo Clausura a falta de 5 fechas para la culminación, con 39 puntos. Lo siguen Cerro con 32 unidades y Libertad con 29.
Comments