A principios de septiembre se realizó la presentación del nuevo seleccionador de Paraguay, el colombiano Juan Carlos Osorio, quien llega en medio de elogios y cuestionamientos.
Por Tamara Acevedo.
Entre los puntos positivos que encontramos sobre el nuevo director técnico podemos decir que es un estudioso, detallista, al que le gusta el "jogo bonito". Es un entrenador que estudia al rival y a sus propios jugadores para poner a los 11 mejores en la cancha.
Le gusta el juego con la pelota al piso, le gusta ser protagonista, de los que tienen el dominio del balón. Estudia la forma de juego de los rivales y de ahí en adelante arma sus estrategias.
Osorio es además un entrenador conocedor de Mundiales. Clasificó para Rusia 2018 con la selección de México, donde dieron la nota al vencer a Alemania, pero fueron eliminados en octavos de final por la selección de Brasil.
El principal cuestionamiento sobre la contratación del colombiano como seleccionador de nuestro país es la famosa cláusula de rescición de la que todos hablan, pero que ninguno se anima a confirmar si existe o no.
Se dice que Paraguay no era era su prioridad, que aceptó venir porque de la selección de Colombia no lo llamaban, pero pidió de que en caso que lo hagan lo dejen ir.
Entonces, me pregunto: ¿Osorio aceptó venir a Paraguay para no quedarse sin el pan y sin la torta? ¿Cuánto tiempo le damos al DT para decir si es que valió la pena la espera?
Solo nos queda esperar y cruzar los dedos para que Colombia no decida buscarlo y dejarnos nuevamente sin técnico.
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