El domingo último se disputó una nueva edición del clásico de fútbol, entre Olimpia y Cerro Porteño, un partido igualado a 2, cargado de polémicas de principio a fin.
Por Alexis Sosa Jorgge.
Como hecho histórico, estadístico y digno de mencionar, se destaca el gol del infantil jugador de Cerro Porteño Fernando Ovelar, de tan solo 14 años, siendo el jugador más joven en marcar en un partido de tan transcendental importancia.
Casi un niño que aportó frescura, inocencia y esa pasión sin vicios que significa jugar al fútbol. Es lo único que se puede resaltar. Y más allá del clásico, un encuentro de fútbol que conoció de todo tipo de errores y desaciertos en casi todos los aspectos: arbitrales, deportivos, dirigenciales, de organización, etcétera.
Lastimosamente, el deporte nacional tampoco tuvo un buen fin de semana. En otras disciplinas, la finalísima de basquetbol consagró al Deportivo San José como campeón, ganando el quinto partido de la serie por W.O al club Olimpia, que nota de por medio evidenció las irregularidades en el seno de la Confederación Paraguaya de Básquetbol.
La final del Mundial de pádel, organizado por primera vez en nuestro país, no se disputó por no contar con las instalaciones adecuadas y la falta de opciones válidas ante la inclemencia del tiempo. Todo un bochorno mundial.
Noticias que se resumen en nuestro encabezado, "un clásico bien paraguayo", en donde aún pensamos y estamos acostumbrados al "así nomás", al vyroreí, al amigo del amigo, a la prepotencia, al atropello, la falta de preparación y otras perlas, que nos cuestan mucho aún resolver para poder crecer y avanzar.
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