La realidad del básquetbol paraguayo y la conducción de la Confederación navegan actualmente en aguas turbulentas que solo en ocasiones parecen encontrar la calma.
Por Alexis Sosa.
Paradoja: dicho o hecho que parece contrario a la lógica. Es una de las tantas definiciones de este término, que parece encuadrar perfectamente en la realidad actual de nuestro sufrido básquetbol nacional.
Mientras algunos clubes, entre ellos Olimpia Kings, y la selección femenina conquistan importantes logros a nivel internacional en base a trabajo, planificación y mucha garra, el principal torneo de la rama masculina se sumerge en un manto de dudas, irregularidades, deserciones, protestas y otras tantas perlas que restan seriedad, profesionalismo y sobre todo competitividad al deporte.
Y, como toda lógica tiene sus efectos y defectos, la selección masculina en las últimas décadas está lejos de aquellas jornadas gloriosas que hoy solo persisten en la memoria.
Definitivamente se deben revisar las bases, estructuras, equipos de trabajo y dirigencia en general para tratar de sacar de esta paradoja a nuestro alicaído básquetbol paraguayo.
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